En el pueblo en el que vivía en aquel entonces había poco (o nada...) que hacer.
En uno de esos días en los que estábamos más que muiertos de aburrimiento, fui al cine junto con mis colegas de Polonia y Canadá.
Fuimos a ver una película francesa. El título era simple y llanamente "Paris".
No sé... cuando escuchas títulos como "Duro de matar" ya sabes que va a haber madrazos, tiros y destrucción por todos lados; en "Juego Macabro" ya sabes que va a haber sangre y gore al por mayor; en "Los Lecheros 2" ya sabes que difícilmente habrá más de 2 minutos sin albures o chiches de por medio... pero "Paris" no te dice nada de nada.
En fin. La peli estaba dirigda por un vatillo más o menos famoso. Un tal Cédric Klapisch.
En aquella época, sus trabajos más conocidos eran "L'auberge espagnole", que según me han contado es como el retrato de la vida de los """"estudiantes""" Erasmus (así, con triples comillas, porque esos malparidos ni estudian y nada más maman del presupuesto de la UE), y la secuela de esta, "Les poupées russes"... aunque hasta el día de hoy sigo sin haber visto ninguna de ellas.
Mi colega polaca estaba encantada: ella, totalmente enamorada de París, se extasiaba al punto del orgasmo cada vez que salía alguna escena en la que salían las calles de la ciudad.
Esas, debo admitirlo, eran bastante buenas. Bien podrían servir para haber producido algún video de promoción turística para la ciudad. Pero por lo demás, sólo entendí que trabtaba de un tipo que era bailarín, que estaba enfermo (¿Cáncer? ¿SIDA?) y que vivia en París.
Sólo 2 veces en mi vida me había quedado dormido en el cine. Esta fue la tercera.
Lo que sí se me quedó bien grabado en la mente era el tema que sonaba cada vez que había alguna escena melancólica, aunque jamás me di a la area de averiguar cómo se titulaba la pieza.
Madrid, España, 2016.
No lo recuerdo con certeza, pero quizás ese día también hacían 40 putos grados como durante el resto del verano. Caminando aleatoriamente por las calles del barrio de Lavapiés junto con algunos otros chavos de Couchsurfing, llegamos a "La Iglesia Patólica": la iglesia atea.
Resulta que el bisabuelo del fundador aparecía en una película filmada en 1896 (sí, 1896, hace 120 años, los mismos que ustedes llevan sin terminar la tesis) por los hermanos Lumière. Sí, esos mismos, los putos amos, los creadores del cine en persona.
En la "película" (una colección de cortos que al ponerlos todos juntos duraban unos 10 minutos) aparecían el bisabuelo y sus colegas del circo donde trabajaba realizando trucos de magia y maromas... ¡Y AHÍ ESTABA DE NUEVO LA MELODÍA!
Recordaba haberla escuchado en elgún otro lugar, pero no recordaba dónde...
¡Flash! ¡Sí! ¡Era la misma que usaban aquella película mierdera sobre París!
Y... bueno... gracias al Shazam, disfruten de "Gnosienne 1" (1890?) de Eric Satie ...
o de la versión con letra (y demás en español)...
o de la versión guapachosa amazónica para cuando anden en onda cortavenas pero no tan extrema.
Hipnótico y fascinante... :)