Viernes por la tarde... no está escrito, pero ése día es casi obligatorio fugarse temprano del trabajo.
El Araño iba de retache hacia la casa... bueno... en realidad iba a ver a una amiga. Tomó el emtro en Coyoacán como de costumbre. Llegó al metro Juárez, bajaron los que pudieron que bajar, subieron los que pudieron subir, se cerraron las puertas y el tren arrancó de nuevo. Apenas iban agarrando un poquito de velocidad cuando de repente ¡zaz!, el tren se frenó de sopetón.
En la puerta que estaba antes de la de donde se encontraba el Araño pero del lado que da hacia el andén (el Araño tiene la costumbre de irse recargando en la puerta que está del lado que cais nunca se abre) salieron un chorro de chispas y algo de humo...
Las ñoras, como ya es costumbre, ya se andaban friqueando.
De repente salieron más chispas y más humo. Las ñoras ahora sí estaban al borde del pánico... porque si se ponen como pinches locas cuando tienen que bajar y se ponen a gritar "¡¡¡¡dejen salir!!!! ¡¡¡¡dejen salir!!!!", ya s epueden imaginar cómo s eponen cuando están a punto de morir achicharradas por un despefecto eléctrico.
Varios chavos de lso que también iban en el vagón se pusieron a tranquilizarlas, pero después de la tercera explosión decidieron que "lo más mejor" era salir de ahí, así que abrieron las puertas a la fuerza, todos bajaron y se alejaron. Hicieron lo mismo en casi todos los demás vagones, excepto, claro está, los 2 que ya habían ingresado al túnel.
Hubo algunos segundos de desconcierto... ya etsaba sonando la alarmita que activan cuando el tren va a arrancar, así que algunos (el Araño incluido) se volvieron a trepar. Poco les duró el gusto porque pasó un poli a bajarlos a todos y, textual y literalmente los mandaó a la calle: "Ándenle, a la calle, a la calle. Se va a usspender el servicio en toda la línea, todos a la calle".
Y ni modo... asustados y toda la cosa, todos tuvieron que caminar hasta el metro Hidalgo, que afortnadamente queda cerquita, para ahí treparse a la línea azul.
Epidemia, accidente de metro y 2 temblores... el Araño ya puede considerarse afortunado, ¿no?
El Araño iba de retache hacia la casa... bueno... en realidad iba a ver a una amiga. Tomó el emtro en Coyoacán como de costumbre. Llegó al metro Juárez, bajaron los que pudieron que bajar, subieron los que pudieron subir, se cerraron las puertas y el tren arrancó de nuevo. Apenas iban agarrando un poquito de velocidad cuando de repente ¡zaz!, el tren se frenó de sopetón.
En la puerta que estaba antes de la de donde se encontraba el Araño pero del lado que da hacia el andén (el Araño tiene la costumbre de irse recargando en la puerta que está del lado que cais nunca se abre) salieron un chorro de chispas y algo de humo...
Las ñoras, como ya es costumbre, ya se andaban friqueando.
De repente salieron más chispas y más humo. Las ñoras ahora sí estaban al borde del pánico... porque si se ponen como pinches locas cuando tienen que bajar y se ponen a gritar "¡¡¡¡dejen salir!!!! ¡¡¡¡dejen salir!!!!", ya s epueden imaginar cómo s eponen cuando están a punto de morir achicharradas por un despefecto eléctrico.
Varios chavos de lso que también iban en el vagón se pusieron a tranquilizarlas, pero después de la tercera explosión decidieron que "lo más mejor" era salir de ahí, así que abrieron las puertas a la fuerza, todos bajaron y se alejaron. Hicieron lo mismo en casi todos los demás vagones, excepto, claro está, los 2 que ya habían ingresado al túnel.
Hubo algunos segundos de desconcierto... ya etsaba sonando la alarmita que activan cuando el tren va a arrancar, así que algunos (el Araño incluido) se volvieron a trepar. Poco les duró el gusto porque pasó un poli a bajarlos a todos y, textual y literalmente los mandaó a la calle: "Ándenle, a la calle, a la calle. Se va a usspender el servicio en toda la línea, todos a la calle".
Y ni modo... asustados y toda la cosa, todos tuvieron que caminar hasta el metro Hidalgo, que afortnadamente queda cerquita, para ahí treparse a la línea azul.
Epidemia, accidente de metro y 2 temblores... el Araño ya puede considerarse afortunado, ¿no?
Jajaja.. Beto... tú si que tienes suerte!Recuerda... yerba mala.. nunca muere!!! :)
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