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jueves, 24 de enero de 2008
Los 2 ceros a la izquierda
martes, 22 de enero de 2008
¿Y Usted para qué chingados sufre?
¿Y Usted para qué chingados sufre? ¿Para qué chingados se preocupa? Ya todos se lo han dicho.
Sí, le estoy hablando a Usted, no intente hacerse pendejo a Usted mismo.
Es Usted el único que no quiere darse cuenta de la realidad.
¿Cuántas veces y con cuántas personas diferentes no ha tocado ya el tema?
¿No todas esas personas le han dicho a Usted que mande ese asunto a la chingada y se ocupe de asuntos más importantes?
¿Y entonces? ¿Para qué jijos de la chingada seguirse preocupando?
¿No hizo acaso Usted todo lo que pudo? Por más que la buscaba jamás la encontró porque incluso parecía esconderse, y ahora que ya la encuentra más seguido es nada más para recibir regaños. No es su culpa. Es decir, no es su culpa de Usted. Sí, ya sé que, sintácticamente hablando, esa frase es un insulto al idioma español, pero de momento nos vale madre.
Es más, ¿no se lo habían advertido ya a Usted antes Rod, Bela B y Fahrin hace mucho tiempo? Sí, acuérdese. Busque bien en esa memoria suya de Usted. Se lo dijeron muy clarito: “listen, man, I’m warning you: love hurts!”. Incluso parece que tuvieron el descaro de ponerle su nombre de Usted a la canción para que Usted y los demás supieran que se referían precisamente a Usted: “Chanson d’Albert”.
Que a Usted ya le valga madre eso. Váyase de pedote y de pirujo. Aproveche ahorita que no está amarrado a la silla de la oficina durante 8 horas diarias. Olvídese de todo ese desmadre, quite esas fotos de la pinche pared y saque también las que tiene en la cartera.
Y ya de paso váyase haciendo a la idea de que a Usted le pasa lo que dice Carla Bruni: “l’amour… pas pour moi!”. Es decir, l’amour, pas pour Usted, y jamás vuelva a intentar a buscarlo… a menos de que sea con "Usted ya sabe quién". ¿O no?
martes, 15 de enero de 2008
El Rrrrrrrrrevellón
(entiéndase, pocheando con la palabra franchuta para referirse a la fiesta de Año Nuevo)
A final de cuentas al Araño no se le hizo conocer Alemania. Ya otra vez será. Tuvo que quedarse en París más de lo planeado (¡las vacaciones enteras!) y buscar algo qué hacer. Desafortunadamente en Francia la cultura cuesta demasiado. Si sólo hay 3 putas esculturas en el museo, igual te cobran.
El Louvre bien vale los 9€, pero es una pinche obscenidad de museo. Incluso hay muchas madres que son indignas de estar ahí. Da la apariencia de que no sabían qué más chingados meter y pusieron lo primero que se encontraron en el tianguis de la esquina.
Después de, ahora sí, treparse a la maltorre Eiffel (pero por las escaleras, eso de pagar 11.50€ para trepar por elevador hasta la puntita es una megamamada) el Araño y los demás asistontos se pusieron a reunir a la gente y a comprar el chupe.
No fue para nada lo que los asistotos esperaban como celebración de Año Nuevo... pero a parecer de todos, ¡HA SIDO EL "RÉVEILLON" MÁS POCAMADRE DE SUS PUERCAS VIDAS!
Hasta dan ganas de repetirlo para el año que viene ;)
lunes, 7 de enero de 2008
Metrifulca
Hay una estación en el metro de París que tiene una decoración en el techo (algo blanco, por cierto) hecha con mosaiquitos. Está bastante mono (¿me prestas $20?) el asunto, así que las chavas decidieron que valía la pena gastar unos cuantos megabytes de las memorias de sus cámaras digitales y tomar un par de fotos.
Tal vez sea por el hecho de que en el DF no hay banquitas ni barditas para sentarse mientras uno espera a que pase el metro, pero en París (aghhhhhhhh…. pinche París chaqueto) sí, y las hay a lo largo de todo el andén y dejan que los vagos DUERMAN ahí… cosa que el Araño JAMÁS ha visto en lugares “incivilizados” como México. Allá, si bien les va, los vagos duermen junto a la reja que está entre las escaleras y la entrada al metro, pero NUNCA en el andén.
El caso es que esa noche había ahí un puto vago de esos, comiendo pistaches (o alguna cosa así porque en el piso había un montón de cascaritas) y tomando vino.
Sí, aunque seas un vago, en lugares “incivilizados” como México está mal visto que te andes paseando con un pomo por la calle, en cambio, en París (pinche París chaqueto…) es un asunto que los tiene sin cuidado.
Las chavas comenzaron a tomar fotos de los decorados del metro… y al parecer fue algo que al pinche vago no le agradó. Empezó a mirarlas feo y gritarles groserías… o intentos de groserías, porque de lo borracho o gangoso que estaba apenas se le entendían 2 que 3 palabras mal pronunciadas… “salopa” en lugar de “salope” (pronunciar “salóp”) fue la más clara.
Todos decidieron simplemente ignorarlo, aunque el joto del Poncho se puso dizque a hacer la traducción diciendo puras mamadas… y los demás cagándose de la risa.
Puede que el vago se la haya tomado personal por lo de las risas, así que en una de esas se levantó encabronadísimo de su asiento. Se le notaba en los ojos. Se acercó, pasó por detrás del Araño. El joto del poncho estaba apañadísimo, se agarraba del asiento con las uñas y hasta con las nalgas. El Araño no volteó a ver, pero el vago se detuvo entre él y una de las chavas. De buenas a primeras y sin decir “agua va”, el vago empujó al Araño hacia un lado.
Para ese momento el Poncho ya se había cagado en los calzones, las chavas estaban más pálidas que un chino y el Araño tenía ganas de que alguien los demás le ayudaran a echarle montón al puto vago para meterle la madriza de su vida.
No pasó a mayores. El vago se alejó gritando (¿balbuceando?) mamada y media, el Araño se quedó con las ganas de repartir porrazos y los demás se quedaron con el susto.
Llegó el metro, se subieron, el vago regresó a su asiento en el andén y el Araño le rayó la madre desde la ventana… pero el cabrón vago ni tinta se dio.
Ese día las chavas aprendieron que ir con el Poncho no garantiza que vayan a estar seguras en las calles de París.
viernes, 4 de enero de 2008
Noël à la parigote
(Entiéndase, Navidad a la parisina –en despectivo y peyorativo-)
El Araño se levantó a las 5 de la mañana para poder bañarse y llegar aún con algo de tiempo para tomar el bus que va de Parthenay a Poitiers. Lo que tiene que andar haciendo uno para ahorrarse el equivalente a 250 fierros mexicanos.
París, 9:30 de la mañana. Las 2 llamadas de rigor para decir “ya estoy en la ‘gare’ de Montparnasse, ¿ahora para dónde jalo?” y “ya llegué a Asnières-Gennevilliers, ¿vienen por mí o qué onda?
Después de esperar un rato para que fueran a recogerlo, tuvo que esperar un rato más por los otros que también iban a llegar ahí.
Explicaciones de Misael para saber cómo llegar a su jaula (zona 6 de París… que ya ni siquiera es París, queda hasta casadelachingada) y, después de dejar las maletas en la casa de Moni, la división en equipos para ver quiénes se adelantaban a preparar la cena y quiénes se quedaban con el joto del Poncho para recoger a los demás cabrones “en la patita izquierda de la Torre Eiffel” a las 6 de la tarde.
A final de cuentas llegaron sólo 12. Muchos menos de los que habían estimado. Poncho incluso tenía miedo de que llegaran más de 30 cabrones porque según él eso ya se había salido de control y muchos se habían prácticamente autoinvitado a la fiesta sin avisar que iban a ir.
Llegar fue un buen desmadrito, sobre todo porque las viejas iban con un chiiiiiiiingo de ganas de caminar (¬¬) y porque nadie se sabía el camino, así que seguir las indicaciones por teléfono no era del todo fácil, pero a pesar de eso dieron con el lugar.
Buena plática, buena comida (sopita –o algo así- de champiñones, pollito a la noséqué, quesito, pan, juguito), rolas nacas y no muy bueno pero sí mucho vino, además del típico discurso individual de los invitados para pasar más tarde a jugar a la botella… aunque para la 3ª ronda, es decir, a eso de las 3 de la mañana, el Araño ya se había quedado dormido en la silla al más puro estilo del abuelo Simpson. Los demás se fueron a dormir cerca de las 5:30.
Afortunadamente todos amanecieron bien. Los que fueron lo suficientemente listos llevaron su ropa y su toalla para bañarse. Los que no (como el Araño) tuvieron que conformare con medio lavarse la cara y ponerse un gorrito para que no se les notara lo ceboso de los cabellos.
Tomaron el tren de regreso a las 3:30, la mayoría de ellos sin haber pagado el boleto y arriesgándose a que si se subía el inspector se los atorara con 40€ de multa… afortunadamente para ellos no pasó nadie (al Araño le valía, él que es bien zacatón pagó su pase de la zona 1 a la 6 para toda la semana).
Estando lejos de casa, todos tenían miedo de pasar la navidad completamente solos. Afortunadamente no fue así y ahora cada uno tenía como familia a los otros 13 pelados que estaban en la mima situación.
¿En 3 palabras? Una navidad… diferente.
En la foto: Arriba - Silvia, Ita, Ofe, Poncho, Odelma, Angie, Ludi, Paloma, Mariana, el Araño
Abajo - Misael, Zol, Moni