¡Arriba las manos!

Domingo... día de regresar a Pachuca después de un fin de  semana de weba.

 

Llegaron el Araño y su hermano a la Plaza de Toros de Pachuca. Últimamente han decidido tomar un taxi en lugar de esperar a la micro, porque luegoe stán como pendejos ahí parado 40 pinches minutos esperándola, que es justo el tiempo que se hacen del pueblo a Pachuca.

 

El Araño no traía cambio, y menos el pendejo de su hermano. El Araño insistió en que tomaran la micro, al fin que todavía era temprano y más con el horario de verano, pero el pinche enfadoso de su hermano insistió en irse en taxi.
Ni modo... cuando el señorito se pone rejego no hay quien lo saque de su pinche terquedad.

Le hicieron la parada a un taxi que iba pasando. A lo más han de ser 3 Km de la Plaza de Toros a la Aracnocueva, porque hasta el Aurrerá son 2.5 y eso que el Araño tiene que ir rodeando calles. Normalmente les cobran 15, que ya de por sí es un robo, porque la tarifa dice que son 12.50 por los primeros 15 kilómetros.

Llegaron a la casa. El Araño pagó con el de a 20, que era lo menos que traía.
- ¿Mi cambio?

- Son $20

- Son 15
- No, son 20
- No, son 15, siempre me cobran lo mismo
- No, son 20

A la mierda...
Al Araño ya sólo le quedó decirle "Gracias..." al culero ese pero en tono de "vas y chingas a tu reputa madre, pinche ladrón en 4 ruedas".

 

Sí, sí... nada más son 5 pinches pesos... ¿pero y qué? También cuesta un webo que uno se los gane.

O a ver, ahorita les pasa el Araño su número de cuenta para que le depositen de a $5 todos ustedes.

 

Dice la Ñoñaída que así como hay taxistas gachos también los hay chidos... lo malo es que al Araño casi siempre le tocan los culeros. 

Para la próxima que le hagan esa mamada, el Araño sí va a anotar la placa y reportarlo a secretaría de tránsito. Ojo por ojo...