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sábado, 27 de octubre de 2007

Pachuca Sunrise

 

  




Midnight on a beach in the Mediterranean
And I miss you
Even here, taking it all in
The sand, silvered, carries the moon on its shoulders
Is it possible to put this night to tune, and move it to you?

Don't cry, I'll bring this home to you,
If I can make this night light enough to move
Don't cry, i'll bring this home to you

Cargo ships move by, tracing on the horizon line
There's a luster from the city lights on the waves that kiss our feet
And we're thinkin' of goin' in (thinkin' of goin' in),
The time's getting thin

Don't cry I'll bring this home to you,
If I can make this night light enough to move
Don't cry I'll bring this home to you,
If I can make this, if I can make this...

Don't cry I'll bring this home to you,
If I can make this night light enough to move
Don't cry I'll bring this home to you

This is a city for not sleeping; The clocks are set by feel
At this moment, from where I sit, none of it seems real

Don't cry I'll bring this home to you,
If I can make this night light enough to move

Don't cry I'll bring this home to you,
If I can make this night light enough to move

If I can make this, if I can make this move
If I can make this move

 

Es curioso que la canción mencione barcos, arena y demás cosas referentes al mar cuando Pachuca no está ni siquiera lejos de la costa sino que está LEJÍSIMOS. Coincidencias y cosas extrañas en este mundo... así de rara y cruel es la vida...

 

viernes, 26 de octubre de 2007

Postales

Pues ahí tienen que las demás asistontas le preguntan al Araño "¿Y tú qué? ¿No piensas enviarle postales a nadie de tu familia, a tu señora o a tus amigos?".

Por lo general al Araño le vale pito el "qué dirán", pero ahora sí anda medio ardilla y quiere mostrarles a esas viejas que él tambiên tiene gente en su rancho, así que los primeros 7 que dejen un comentario aquí y manden un Emilio con todos sus datos al buzón personal del Araño, recibirán una bonita postal de la región de Poitou-Charentes en un periodo de entre 3 y 5 semanas.

 

Actualización: Podéis enviarle un SMS al Araño a su número de cel de México, al fin que sí tiene servicio en Francia. No podrá contestaros pero sí recibirá vuestros mensajes.

jueves, 25 de octubre de 2007

¡Y aaaaarrrancaaaan!!

Y llegó el ansiado seminario.
Lunes de weba absoluta, pero como ya es 1º de octubre ya entra en los días de paga. 25€ gratuitos pagaderos a final del mes.

Fue algo extraño… entre los asistentes de español había como 7 españolas pero ningún español, 2 chilenas, 2 argentinas y un argentino, un colombiano y una colombiana, 3 mexicanos y una mexicana, y de colado un tico. Entre los alemanes había 8 mujeres y un solo vato. Y entre los de inglés… pues… eran un putero.
Y pasó como en los grupos de la escuela… apenas llegando, todos se arrejuntaron con los que hablaban el mismo idioma. El Araño inmediatamente empezó a mentarles la madre a sus 2 putos compatriotas porque ya llevaba más de una semana sin poder decir peladeces.

¿Y qué hubo en el seminario? Nada importante… el primer día lo único que hicieron fue llenar formularios para el seguro social, llenar formularios para asegurar la recámara, casa o chiquero (según aplique) y casi casi llenar formularios hasta para ir a cagar; para el segundo día les dieron una embarradita sobre cómo preparar material didáctico. Tal vez lo más importante fue que finalmente habían podido saber quién era la famosísima Charlotte.

El jueves fue igual al lunes (¡Qué bonito es ganar €uros! ¡Qué feo es gastar €uros!), y fue hasta el viernes cuando el Araño comenzó a “trabajar”… porque en realidad lo único que hizo durante el viernes y hasta el jueves de la semana siguiente fue entrar a las clases a presentarse con los chavales y “a ver cómo estaba el pedo”. Unos sí tenían mucha curiosidad por México y preguntaban mucho, otros sólo lanzaban 7 u 8 preguntas, y otros nada más ponían su pinche jetota de “no entendí ni madres”.

¿Y qué se siente saber que pronto estarás tú solo frente a 15 cabrones que en la mayoría de los casos apenas balbucean “me llamo XXXXXXX y tiene diecisiete años”? (Sí, dicen TIENE y no TENGO) ¿Ansiedad? ¿Miedo? ¿Emoción? Más bien es una mezcla de todo eso, pero eso sí, con el miedo en mayor proporción.

¿Triunfará el miedo por sobre todas las cosas o hallará el Araño la manera de superarlo y ganarse la simpatía (o poner a raya) de (a) los mocosos?
Bueno… tendremos 7 meses para averiguarlo.


martes, 23 de octubre de 2007

Alcaldía

Otra lección que el Araño aprendió es que es preferente preguntarle a alguien de confianza dónde coños queda la “mairie”, es decir la alcaldía o lo que en México se conoce vil y vulgarmente como la presidencia municipal… y es que de verdad es vergonzoso estar de espaldas a la puta alcaldía y que la señora a la que le acabas de decir “Disculpe… ¿podría decirme dónde se encuentra la alcaldía?” te ponga una jeta de “¿Estás ciego, pendejo, retrasado o qué?” mientras te señala con el dedo índice el puto edificio que está justo detrás de ti.

 

Claro… apenas llevas 4 pinches días de haber llegado, estás acostumbrado a que en todos los libros del curso de francés te dijeron que la alcaldía es “la mairie” y tienes en cuenta que todos los letreros indican que la mairie está “para allá”… pero cuando llegas y ves un pinche edificio que dice “Hôtel de Ville” es natural equivocarse y pensar “Ah, chingá… ¡si lo que yo estaba buscando era la alcaldía, no un puto hotel!”.

 

Sí… los franceses son extraños.

lunes, 22 de octubre de 2007

La primera semana

La primera semana del Araño en las Galias no fue ni de chiste lo más chido que haya vivido en su puerca vida.

Pasar 5 días sin poder hablar español con nadie más que con los profesores de español de la escuela (y eso sólo durante unos cuantos minutos al día) no es precisamente algo que cuadre con la descripción de “agradable”.

De entrada, lo que más le frustró fue el hecho de que en el supermercado todo cuesta un ojo de la cara, o al menos así lo siente él, porque hasta que no le paguen, seguirá gastando los pe$itos (convertidos a €uros) que se trajo de México, y pagar un puto frasco de vil y vulgar mermelada de viles y vulgares naranjas (puta… ¡ni siquiera le alcanza para comprar de fresa!) a $50 es una mamada.

Afortunadamente aprendió rápido y se dio cuenta de que, en tiempos de jodidez, lo mejor es comprar productos de la marca genérica-propia de la tienda. Por ejemplo, si al Araño no se le antoja tirar a la basura 5€ por un miserable frasco de Nutella, puede desperdiciar 2.50€ en un frasco de “Pâte à Tartiner U” o bien, pagar 0.99€ por uno de “Pâte à Tartiner Bien Vu!” que q final de cuentas tiene el mismo puto sabor (incluso puede blasfemar que sabe mejor) y trae el doble de producto.


El jueves (27 sep) finalmente comenzaron a llegar los demás asistentes… o mejor dicho “asistentas”. Una chica alemana (Bárbara), otra canadiense (Jasmine), una norirlandesa (Charlote), y una polaca (Magdalena) que ya lleva 3 años trabajando en el pueblo.

Bárbara le contó al Araño la secre de la escuela le dijo que el lugar de Jasmine en realidad era de un chavo, pero que tuvo broncas bastante densas en su jaula y tuvieron que hacer cambios de último minuto.

Y Charlotte… bueno… de ella no sabían nada. Sólo Magda la había visto. Dice que vino con sus papás a dejar sus cosas y en menos de 15 minutos se volvió a largar. Tendrían que esperar hasta el día del seminario para conocer a la famosísima Charlotte. Los rumores decían que era fácil distinguirla porque acostumbraba traer los pantalones… pues… digamos que  “a raya”.

martes, 9 de octubre de 2007

Viaje

Viernes 21
2:30 de la mañana. El viaje será bastante largo, así que el Araño prefiere darse un regaderazo para no apestar demasiado cuando llegue a su pueblo.
A las 3:10 ya están todos trepados en la camioneta listos para partir, no sin antes pasar a la gasolinera a echarle y revisarle lo necesario.
Son las 4 y ya hay un chingo de gente formada, entre ellos un par de chavos que también son del intercambio. A final de cuentas resultan ser 7 los que van en el mismo viaje cuando el Araño creía que nada más iban a ser él y otros 2 o 3.
6:30… abrazos, besos, buenos deseos y un retiro de $1800 del puto HSBC para que te sigan comprando la revista de Aviones de Combate de la Segunda Guerra Mundial mientras no estás en el país, todo esto antes de llegar al “punto sin retorno”, mejor conocido como “sala de abordaje”, para poco después intentar gastarte los últimos $5 de saldo del celular y frustrarte feamente porque no te toman la puta llamada.
Nervios… nervios… ¡¡NERVIOS!! Y lo que son las pinches cosas… el avión sale como 15 min. retrasado y todos quedan en asientos separados.
Todo en el viaje transcurre sin incidentes. Como 4 horas después ya están con las patas en tierra canadiense. Una hora de diferencia respecto a la hora del centro de México todavía no causa etragos en el reloj biológico.
¿Y ahora qué hacer? Falta 7 horas para que salga el vuelo de Toronto a París. ¿Ir a dar un paseo al centro de la ciudad? Sería bueno si no se necesitaran 3 horas para ir y regresar… y sobre todo si el boleto no costara $17CAD de ida y otros $17CAD de vuelta.
Ni modo, habrá que buscar algo que hacer durante esas 7 pinches horas dentro del aeropuerto… comer  o beber algo decente sería una buena idea si una pinche imitación del Boing no costara $1.5CAD, y la espera sería mucho más amena si el puto Internet de acceso público jalara al menos de manera decente.
Queriendo que no, dan las 8:30 y el avión sale, otra vez andan todos regados en filas distintas. A diferencia del viaje del DF a Toronto, ahora sí hay un chingo de turbulencia. Es de noche, son casi 11Km de altitud y todo el avión rechina y se sacude. El peder 40m de altitud en cosa de un segundo le quita el sueño a cualquiera, pero cuando te sirven la cena y tu solitaria está chillando de hambre te olvidas un poco de ello. La comida de los aviones tiene fama de ser mala… en realidad no es buena pero tampoco está tan de la chingada, lo único que sí estuvo malón fue el arroz, bastante insípido, pero el hambre es cabrona y eso ya termina pasando a segundo término. Lo que sí es una mamada es que si pides vino o cerveza te dejan la botellita o la lata entera, pero si pides jugo o refresco nada más te sirven un pinche vasito de 200ml o tal vez menos.

 

Sábado 22
¿Sábado en México o sábado en Francia? 3 horas de viaje y 2 horas de sueño de sueño pero en realidad ya transcurrieron como 9 horas. Maldito Jet-Lag… y no, no es una compañía aérea.
Quién sabe qué hora será en realidad. Quién sabe en qué puto punto del océano se encuentren. Por culpa de la puta película la pantalla no muestra los datos del vuelo. Ha de faltar muy poco para llegar… hombre, si los weyes que sirven la comida andan en putiza de seguro es porque de seguro se apendejaron y falta como media hora para aterrizar. Se acaba la pinche malpelícula y la realidad es otra: ya se acabó el desayuno y aún falta cerca de hora y media para tocar suelo.
Entraron a Europa por Irlanda. Coke… o Kain… o Dork… beh, quién sabe cómo chingados se llamaba el pueblo ese, lo que sí es que cuando entraron a Inglaterra pasaron cerca de Cornwall.
París, 10:00. El pendejo del Araño ya andaba perdiendo el pasaporte OTRA VEZ. Tuvo que regresarse en putiza al avión y afortunadamente lo encontró. Y ahora a recoger el equipaje. Tarda en aparecer, pero a final de cuentas aparece. Afortunadamente el chupe llegó vivo. Las maletas estaban nuevecitas, pero por la mugre que se les pegó quién sabe de dónde ahora parecen haber recorrido ya la mitad del mundo.
La seguridad de los aeropuertos es taaaaaaaaaaan chingona que el Ajolote no tuvo problema alguno para meter a Francia sus chapulines, hierbas aromáticas y 20 variedades diferentes de chile me agarras. Es más, a ninguno de los 7 le pidieron los boletitos para recoger el equipaje. De haberlo sabido se hubieran apañado esa maleta café cuyo dueño no aparecía.
¿Y ahora qué? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué pinche bus hay que tomar?
Ni modo… a preguntar… o a intentar preguntar. El Araño les dejó encargadas sus maletas a los demás y encontró “rápido” (ya eran casi las 12) la estación del tren. Todos iban a quedarse en París, excepto él. En lo que los demás se trepaban al bus, él tomaba sus maletas para dirigirse hacia el tren, no sin antes pasar al “Tabac” a meterle crédito a su piracel. Es una mamada… al menos con Orange (una de las compañías de celulares que hay en Francia) no existen las tarjetas como en México. Sólo te venden recargas… y lo peor es que ni siquiera te piden tu número para abonártelo, sino que con una Terminal te generan un código y te entregan el ticket donde viene escrito el dichoso código.
A hacer cola en la taquilla del tren. 49€ de la tarjeta de descuento y 48.60 € del pasaje… sigue siendo caro aún cuando supuestamente ya le aplicaron el 25% de descuento (¡¡48.60€!! ¡¡750 varos mexicanos!! ¡¡No mamen!! ¿Te la chupan durante las 2 horas que dura el viaje o qué pedo? ¡¡Con descuento de estudihambre, en México eso alcanza para ir a Guadalajara, pagar una noche de hotel  y regresar!!). Aún tiene que esperar una hora más para que salga el tren, y como será hora pico es más caro viajar. Como sea, aún así es más barato que quedarse en un hostalucho de 6ª en Paris. Había que aprovechar el tiempo de ocio, así que el Araño aprovechó para comunicarse con su profe de contacto, quien iría a recogerlo a la estación. ¿Cómo reconocerlo? Un señor de 59 años con camisa verde. Esa era toda la referencia disponible.
Sobre el boleto de tren está escrito que es necesario “compostarlo” (composter) antes de treparse… desgraciadamente es una palabra que el Araño jamás ha escuchado y se trepa al tren valiéndole madres.
El Araño aprendió a la mala que no hay que ser el último que se sube al tren, sobre todo si se viaja en 2ª clase porque es dificilísimo encontrar espacio para acomodar las maletas.
Una vez sentado, el Araño no sabía qué chingados hacer con el boleto. Trató de preguntarle a la ñora que iba en el asiento de al lado, pero resultó que la ruca era inglesa y tampoco sabía qué chingados hacer con el boleto. Después de 40 min. pasó un ñor de la compañía de trenes perforando los boletos.
El tren que va para el rancho del Araño (bueno… en realidad va a Poitiers [pronunciar Puatié], la ciudad grande que está cerquita de rancho del Araño) no es directo, sino que va hasta Toulouse y va haciendo paradas intermedias. El Araño necesita estar atento para bajarse del tren en la estación correcta, sobre todo porque si se queda jetón y se sigue hasta el final de la ruta seguramente tendrá que desembolsar otros 40€ para regresar. Está cansadísimo, lleva cerca de 25 horas de no dormir y de malcomer. A veces se queda dormido durante 10 minutos y se despierta espantado pensando que ya se pasó.
Con todo y que al maquinista no se le entiende ni madres cuando anuncia el nombre de la estación, el Araño se baja en el lugar correcto.
La estación de Poitiers está en reparación. Es-un-pin-che-des-ma-dre… por más que uno intenta guiarse por los letreros, llegar es poco menos que imposible.
Ahora hay que llegar de Poitiers a Parthenay en bus. Por primera vez el Araño paga algo que no es tan caro: 4.50€ de pasaje ya con descuento del 50% (Mmmhhhhh… sigue siendo caro. En México eso alcanza para ir de Pachuca a México en 1ª clase, comprar 4 boletos de metro, un refresco y regresar). La señora de la taquilla le dice al Araño que hay que “compostar” el boleto… él le explica que no sabe qué coños es eso y que cuando tomó el tren de París a Poitiers se trepó sin haber “compostado” el boleto. La ñora se sale de la taquilla y gentilmente le muestra al Araño cómo “compostar” el boleto: es tan simple como meterlo en una maquinita amarilla que le imprime el lugar y la fecha.
Mamadas… hay que esperar otra puta hora para que salga el bus (¡¡¿¿Quééééééé??!! ¡¿Otra vez?! Hasta el bus de Cuajinicuilandia a Acapulco pasa más seguido…), y para acabarla de chingar, los señalamientos no dicen dónde coños se toma el bus. Preguntando y siguiendo a la borregada, el Araño encuentra el lugar de donde sale el bus. Son cerca de 40 Km de Poitiers a Parthenay, pero el trayecto toma cerca de 2 eternidades. El Araño no estaba bien seguro de si Parthenay era el final de la ruta, pero como el boleto tenía escrita la hora de llegada a su destino (¡¡todo es demasiado puntual!!), aprovechó para echarse una jeta. Se despertó cuando aún faltaban cerca de 15 min. para llegar, ya cuando había dejado media ventanilla llena de grasa facial.
Y helo ahí… finalmente en Parthenay. Reconocer al profe Michel no fue difícil. Pronto treparon las maletas al carro y fueron a la casa a comer. Una especie de pizza, una ensalada de lechuga con tomatitos, pan y queso acompañados de vino blanco y agua y unas galletas de mantequilla típicas de la región fueron los alimentos que calmaron los gritos de la solitaria del Araño que ya comenzaba a devorarse a sí misma.
A continuación un rápido tour por los puntos importantes de la ciudad: la estación, la plaza principal,  el supermercado, la escuela… y a bajar las cosas y a instalarse.
No hay clóset, no hay vajilla, no hay cubiertos, no hay refri, el baño no tiene cortina, la tele está en el suelo y además la señal se ve muy mal… ni modo, podría ser peor.
Habrá que dormir bien y despertarse temprano porque el Araño sólo tiene unas galletitas y un litro de leche y desafortunadamente los domingos, a diferencia de México, los supermercados en Francia no abren o cierran a mediodía.
A dormir… ¡o a soñar, quizás! Beh… en esa situación ya lo que caiga es bueno.