¡Acapulco a la vista! Por desgracia sólo será por unas horas. Apenas baja del bus, el Araño siente el chingadazo de calor. Esto va a estar feo.
Temperatura: de la chingada
Altura sobre el nivel del mar: hasta el ombligo de Danny de Vitto está a mayor altura
Cajeros a la vista: ninguno
Hora: 3:30
A apurarse, porque el bus de primera (y aparentemente también único) sale a las 4:45. Menos de una hora para comer y Pollo Feliz (¿feliz de qué? ò_o ) es el único restaurante a la vista que puede dar factura.
El Araño se embutió como pelón de hospicio, trepó sus maletas al bus y se acordó de que traía en el bolsillo menos de $400, así que tuvo que regresar a los andenes para saquear de nuevo el cajero… que otra vez era el señor Scotiabank Inverlat… ese pinche señor Hachesebecé no se aparece donde uno más lo necesita.
Había retén en la carretera y bajaron a todos. Pinche gente de mierda. Se quejan de la inseguridad pero ponen su pinche jetota nada más porque los bajan del camión 10 minutos. Putos changos.
Como hacía la anotación la Gabba en la parte 1, sí, hay muchos chanchos a la orilla de la carretera… pero se ven extraños, están demasiado peludos, incluso más que los de la oficina del Araño. Quién sabe… igual y en Guerrero se acostumbra tener un chancho de mascota en lugar de un perro. Y quién sabe si es por comodidad o por miseria, pero la mayoría de las escuelas que están a la vista no tienen vidrios.
Acapulco – San Marcos – Cruz Grande… cae la noche y el Araño no sabe ni dónde chingados está, nada más recuerda que, según el mapita que vio en internecio, Cruz Grande está a la mitad del camino hacia Cuaji.
Después de un par de pueblos, empieza a poner atención para no pasarse. Puta… tan aburrido era el pinche viaje que hasta la película del foquin’ Código da Vinci se le hizo entretenida. Sí, así de grave estaba el asunto.
Cuando el Araño vio el letrero del ITS de Cuaji supo que había llegado. Bajó en la central, le preguntó a un taxista por la calle donde le dijeron. Hasta eso, de noche, el pueblo nos e ve tan deado a la reata. Se perdió un poquito, pero afortunadamente preguntando se llega a la sucursal… que ya estaba cerrada. Bueno… después de todo ya eran casi las 10. Ni modo, a buscar hotel. Había uno junto a la central, pero tendría que regresar unas 5 cuadras. Había otro en la cuadra de al lado, pero se veía bastante ojete… y no es que el Araño sea fino, pero si tiene autorizados $350 para el hotel, no va a andar durmiendo en uno de $120 como cuando va a Tecolutla. Afortunadamente hay uno a la vuelta de la esquina. Decir que está a 100 metros de la sucursal ya es exagerar. $220… está decente, lo malo es que hay un chingo de hormigas. Ya ni modo, al fin que son hormigas y no cucarachas, además se ve que las hormigas son plaga en el pueblo. Lo único que sí está carbón es que el wey que está de encargado sea de esos putos obvios y que además hable mal y con acento, porque “le traemo lo fractura” (sí, fractura) en tono costeño maricón no es lo mismo que “le traemos la factura” en tono heterosexual del centro.
A esa hora ya no hay restaurantes abiertos, así que la solitaria tendrá que esperarse hasta el día siguiente.
Aire acondicionado + ventilador – playera – pantalones = aún hace calor.
Desde temprano hay que ir a la sucursal para que al menos sepan que ya está el de sistemas y para que le digan dónde chingados hay un restaurante que factura.
El restaurante está DE LA CHINGADA… en serio, ya ni el que está a la entrada del pueblo, que se ve mucho más decente, tiene facturas… en cambio este, que no vale ni $2, sí las tiene. No hay carta, la señora se tarda 2 eternidades, da carísimo (¿Una pieza de pollo malfrita $30? menos mal que no es varo del Araño) y hasta le da weba decirte qué chingados es lo que hay… afortunadamente también vende abarrotes y con eso sale la cena de pan, yogur y leche.
Después de desayunar el Araño regresa a instalar el equipo, pero desgraciadamente, cuando va a instalar el servidor, se da cuenta de que no tiene el contacto especial para el chingado regulador del servidor (los contactos normales que todos conocemos son así --> || pero el del servidor es así --> |― Sí, uno paradito y otro acostado. Lo de menos es tomar 2 reguladores pequeñitos, pero la pinche oficina está en la parte de arriba de la tienda (una bodega con techo de lámina [que por cierto es de color blanco]), el calor se encierra a lo salvaje. Hay aire acondicionado, pero sólo hay corriente de 110V y el AA funciona con 220.
A reportarlo a los superiores, que no le hicieron caso hasta el lunes en la mañana y le dijeron que no lo echara a andar hasta que tuviera el servicio de 220V, así que al Araño le arruinaron el fin de semana (y casi casi la vida) nada más para venir a instalar el equipo (cosa que sale regularmente en menos de 6 horas) y rascarse las pelotas durante otros 2 días y medio, porque los de la CFE no se aparecieron hasta el martes a las 4, acabaron a eso de las 5:30 y el Araño terminó de instalar todo el sistema antes de las 9.
Después de eso sólo basta agregar que ya encontró otro restaurante… lo malo es que nada más sirve mariscos, así que está viviendo a base de filetes empanizados y al vapor, y que tendrá que pedir más feria porque pidió varo para 10 días y seguramente estará aquí durante cerca de 18. Su trabajo ya terminó… parcialmente porque todavía tiene que echarles la mano a los chavos para que realicen su cierre de operaciones en el sistema el día de la apertura y otros 3 días más… ojalá abrieran ya mismo, pero la tienda todavía no tiene la mercancía. Bonitas chingaderas… el Araño tendrá que seguir esperando el día en que le toque una pinche sucursal que se abra en 10 días o menos. ¡Quién como los de finanzas que vienen nada más 2 días y se van antes de la 1 valiéndoles madre si la sucursal tiene varo o no!
Así se las juegan aquí...
Estando en este muladar de pueblo, no todo lo que sucede son malas noticias...