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martes, 9 de octubre de 2007

Viaje

Viernes 21
2:30 de la mañana. El viaje será bastante largo, así que el Araño prefiere darse un regaderazo para no apestar demasiado cuando llegue a su pueblo.
A las 3:10 ya están todos trepados en la camioneta listos para partir, no sin antes pasar a la gasolinera a echarle y revisarle lo necesario.
Son las 4 y ya hay un chingo de gente formada, entre ellos un par de chavos que también son del intercambio. A final de cuentas resultan ser 7 los que van en el mismo viaje cuando el Araño creía que nada más iban a ser él y otros 2 o 3.
6:30… abrazos, besos, buenos deseos y un retiro de $1800 del puto HSBC para que te sigan comprando la revista de Aviones de Combate de la Segunda Guerra Mundial mientras no estás en el país, todo esto antes de llegar al “punto sin retorno”, mejor conocido como “sala de abordaje”, para poco después intentar gastarte los últimos $5 de saldo del celular y frustrarte feamente porque no te toman la puta llamada.
Nervios… nervios… ¡¡NERVIOS!! Y lo que son las pinches cosas… el avión sale como 15 min. retrasado y todos quedan en asientos separados.
Todo en el viaje transcurre sin incidentes. Como 4 horas después ya están con las patas en tierra canadiense. Una hora de diferencia respecto a la hora del centro de México todavía no causa etragos en el reloj biológico.
¿Y ahora qué hacer? Falta 7 horas para que salga el vuelo de Toronto a París. ¿Ir a dar un paseo al centro de la ciudad? Sería bueno si no se necesitaran 3 horas para ir y regresar… y sobre todo si el boleto no costara $17CAD de ida y otros $17CAD de vuelta.
Ni modo, habrá que buscar algo que hacer durante esas 7 pinches horas dentro del aeropuerto… comer  o beber algo decente sería una buena idea si una pinche imitación del Boing no costara $1.5CAD, y la espera sería mucho más amena si el puto Internet de acceso público jalara al menos de manera decente.
Queriendo que no, dan las 8:30 y el avión sale, otra vez andan todos regados en filas distintas. A diferencia del viaje del DF a Toronto, ahora sí hay un chingo de turbulencia. Es de noche, son casi 11Km de altitud y todo el avión rechina y se sacude. El peder 40m de altitud en cosa de un segundo le quita el sueño a cualquiera, pero cuando te sirven la cena y tu solitaria está chillando de hambre te olvidas un poco de ello. La comida de los aviones tiene fama de ser mala… en realidad no es buena pero tampoco está tan de la chingada, lo único que sí estuvo malón fue el arroz, bastante insípido, pero el hambre es cabrona y eso ya termina pasando a segundo término. Lo que sí es una mamada es que si pides vino o cerveza te dejan la botellita o la lata entera, pero si pides jugo o refresco nada más te sirven un pinche vasito de 200ml o tal vez menos.

 

Sábado 22
¿Sábado en México o sábado en Francia? 3 horas de viaje y 2 horas de sueño de sueño pero en realidad ya transcurrieron como 9 horas. Maldito Jet-Lag… y no, no es una compañía aérea.
Quién sabe qué hora será en realidad. Quién sabe en qué puto punto del océano se encuentren. Por culpa de la puta película la pantalla no muestra los datos del vuelo. Ha de faltar muy poco para llegar… hombre, si los weyes que sirven la comida andan en putiza de seguro es porque de seguro se apendejaron y falta como media hora para aterrizar. Se acaba la pinche malpelícula y la realidad es otra: ya se acabó el desayuno y aún falta cerca de hora y media para tocar suelo.
Entraron a Europa por Irlanda. Coke… o Kain… o Dork… beh, quién sabe cómo chingados se llamaba el pueblo ese, lo que sí es que cuando entraron a Inglaterra pasaron cerca de Cornwall.
París, 10:00. El pendejo del Araño ya andaba perdiendo el pasaporte OTRA VEZ. Tuvo que regresarse en putiza al avión y afortunadamente lo encontró. Y ahora a recoger el equipaje. Tarda en aparecer, pero a final de cuentas aparece. Afortunadamente el chupe llegó vivo. Las maletas estaban nuevecitas, pero por la mugre que se les pegó quién sabe de dónde ahora parecen haber recorrido ya la mitad del mundo.
La seguridad de los aeropuertos es taaaaaaaaaaan chingona que el Ajolote no tuvo problema alguno para meter a Francia sus chapulines, hierbas aromáticas y 20 variedades diferentes de chile me agarras. Es más, a ninguno de los 7 le pidieron los boletitos para recoger el equipaje. De haberlo sabido se hubieran apañado esa maleta café cuyo dueño no aparecía.
¿Y ahora qué? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué pinche bus hay que tomar?
Ni modo… a preguntar… o a intentar preguntar. El Araño les dejó encargadas sus maletas a los demás y encontró “rápido” (ya eran casi las 12) la estación del tren. Todos iban a quedarse en París, excepto él. En lo que los demás se trepaban al bus, él tomaba sus maletas para dirigirse hacia el tren, no sin antes pasar al “Tabac” a meterle crédito a su piracel. Es una mamada… al menos con Orange (una de las compañías de celulares que hay en Francia) no existen las tarjetas como en México. Sólo te venden recargas… y lo peor es que ni siquiera te piden tu número para abonártelo, sino que con una Terminal te generan un código y te entregan el ticket donde viene escrito el dichoso código.
A hacer cola en la taquilla del tren. 49€ de la tarjeta de descuento y 48.60 € del pasaje… sigue siendo caro aún cuando supuestamente ya le aplicaron el 25% de descuento (¡¡48.60€!! ¡¡750 varos mexicanos!! ¡¡No mamen!! ¿Te la chupan durante las 2 horas que dura el viaje o qué pedo? ¡¡Con descuento de estudihambre, en México eso alcanza para ir a Guadalajara, pagar una noche de hotel  y regresar!!). Aún tiene que esperar una hora más para que salga el tren, y como será hora pico es más caro viajar. Como sea, aún así es más barato que quedarse en un hostalucho de 6ª en Paris. Había que aprovechar el tiempo de ocio, así que el Araño aprovechó para comunicarse con su profe de contacto, quien iría a recogerlo a la estación. ¿Cómo reconocerlo? Un señor de 59 años con camisa verde. Esa era toda la referencia disponible.
Sobre el boleto de tren está escrito que es necesario “compostarlo” (composter) antes de treparse… desgraciadamente es una palabra que el Araño jamás ha escuchado y se trepa al tren valiéndole madres.
El Araño aprendió a la mala que no hay que ser el último que se sube al tren, sobre todo si se viaja en 2ª clase porque es dificilísimo encontrar espacio para acomodar las maletas.
Una vez sentado, el Araño no sabía qué chingados hacer con el boleto. Trató de preguntarle a la ñora que iba en el asiento de al lado, pero resultó que la ruca era inglesa y tampoco sabía qué chingados hacer con el boleto. Después de 40 min. pasó un ñor de la compañía de trenes perforando los boletos.
El tren que va para el rancho del Araño (bueno… en realidad va a Poitiers [pronunciar Puatié], la ciudad grande que está cerquita de rancho del Araño) no es directo, sino que va hasta Toulouse y va haciendo paradas intermedias. El Araño necesita estar atento para bajarse del tren en la estación correcta, sobre todo porque si se queda jetón y se sigue hasta el final de la ruta seguramente tendrá que desembolsar otros 40€ para regresar. Está cansadísimo, lleva cerca de 25 horas de no dormir y de malcomer. A veces se queda dormido durante 10 minutos y se despierta espantado pensando que ya se pasó.
Con todo y que al maquinista no se le entiende ni madres cuando anuncia el nombre de la estación, el Araño se baja en el lugar correcto.
La estación de Poitiers está en reparación. Es-un-pin-che-des-ma-dre… por más que uno intenta guiarse por los letreros, llegar es poco menos que imposible.
Ahora hay que llegar de Poitiers a Parthenay en bus. Por primera vez el Araño paga algo que no es tan caro: 4.50€ de pasaje ya con descuento del 50% (Mmmhhhhh… sigue siendo caro. En México eso alcanza para ir de Pachuca a México en 1ª clase, comprar 4 boletos de metro, un refresco y regresar). La señora de la taquilla le dice al Araño que hay que “compostar” el boleto… él le explica que no sabe qué coños es eso y que cuando tomó el tren de París a Poitiers se trepó sin haber “compostado” el boleto. La ñora se sale de la taquilla y gentilmente le muestra al Araño cómo “compostar” el boleto: es tan simple como meterlo en una maquinita amarilla que le imprime el lugar y la fecha.
Mamadas… hay que esperar otra puta hora para que salga el bus (¡¡¿¿Quééééééé??!! ¡¿Otra vez?! Hasta el bus de Cuajinicuilandia a Acapulco pasa más seguido…), y para acabarla de chingar, los señalamientos no dicen dónde coños se toma el bus. Preguntando y siguiendo a la borregada, el Araño encuentra el lugar de donde sale el bus. Son cerca de 40 Km de Poitiers a Parthenay, pero el trayecto toma cerca de 2 eternidades. El Araño no estaba bien seguro de si Parthenay era el final de la ruta, pero como el boleto tenía escrita la hora de llegada a su destino (¡¡todo es demasiado puntual!!), aprovechó para echarse una jeta. Se despertó cuando aún faltaban cerca de 15 min. para llegar, ya cuando había dejado media ventanilla llena de grasa facial.
Y helo ahí… finalmente en Parthenay. Reconocer al profe Michel no fue difícil. Pronto treparon las maletas al carro y fueron a la casa a comer. Una especie de pizza, una ensalada de lechuga con tomatitos, pan y queso acompañados de vino blanco y agua y unas galletas de mantequilla típicas de la región fueron los alimentos que calmaron los gritos de la solitaria del Araño que ya comenzaba a devorarse a sí misma.
A continuación un rápido tour por los puntos importantes de la ciudad: la estación, la plaza principal,  el supermercado, la escuela… y a bajar las cosas y a instalarse.
No hay clóset, no hay vajilla, no hay cubiertos, no hay refri, el baño no tiene cortina, la tele está en el suelo y además la señal se ve muy mal… ni modo, podría ser peor.
Habrá que dormir bien y despertarse temprano porque el Araño sólo tiene unas galletitas y un litro de leche y desafortunadamente los domingos, a diferencia de México, los supermercados en Francia no abren o cierran a mediodía.
A dormir… ¡o a soñar, quizás! Beh… en esa situación ya lo que caiga es bueno.

3 comentarios:

  1. Bravo...bravo...bravo...sigues sin decirme cuántas horas de diferencia hay entre México y Francia...espero que me lo contestes a la brevedad posible...por cierto, ya no te quejes tanto de todoo lo que pasa a tu alrededor!!!!, sería mejor si te la llevaras leve, al final de cuentas vas a estar ahi 8 meses o más y si andas frustrando tu estancia nada más vas a terminar por odiar Francia...
     
    Tengo la impresión de que esa llamada a la que te refiere iba dirigida hacia mí...o me equivoco?...nos vemos luego, mosho, pasatela chidoooou y disfruta por mi...Bai!!!!!!

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  2. Qué onda mi buen!
    Da gusto leerte... salvo por las quejas sobre los precios, jejeje asi es esto del primer mundo! aparte ya mejor ni conviertas las monedas, ya que por un tiempo seras de los privilegiados en ganar euros (aunque sean "poquitos") y dejaras de ser de los pobres que ganamos pesos.
    Da gusto leer también todas las aventuras que pasa uno cuando se llega a la France, pero lo mas padre es cuando al final lees esto y te das cuenta que los trenes en Francia son lo mas facil del mundo (y lo vas a valorar si un dia vas a Bélgica... créeme) y que los anuncios de las paradas del tren les entiendes a todo dar...
    Disfruta mi chavo, porque se pasa de volada. Suerte... y ya toma mas fotos de francesitas!!!!

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  3. pues... yo me desperté antes de lo normal, esperando que me hablaras para gastarte ese crédito como dijiste días antes de que te fueras... pero por lo que leí, supongo que preferiste hablarle a tu niña y no te tomó la llamada...en fin, da gusto que me envíes fotos de vez en cuando al correo... gracias =D

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